
Entrevista por Ruth Mendoza, PNUD.
En el Perú, ejercer el periodismo en contextos de conflictividad social no solo implica narrar realidades complejas, sino también enfrentar un entorno hostil. Según el Informe Sombra de la Red Voces del Sur, en América Latina se registra una agresión contra periodistas o medios cada dos horas, y el país no es la excepción. Solo entre enero y abril de 2025, la Asociación Nacional de Periodistas documentó 101 ataques en el territorio nacional. Las agresiones van desde amenazas y campañas de desprestigio, hasta detenciones arbitrarias y procesos judiciales abusivos, en un contexto donde la impunidad roza el 100 %.
En este escenario, las mujeres periodistas y las lideresas sociales enfrentan un doble desafío: la violencia por su labor y la invisibilización de su rol en la construcción de paz. A pesar de que, históricamente, han sido actores clave en procesos de diálogo y reconciliación, sus historias rara vez llegan a los titulares.
Para cambiar esta narrativa, el Instituto Prensa y Sociedad (IPYS) con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) han lanzado el concurso periodístico “Mujeres en la construcción de paz”, que busca reconocer trabajos que visibilicen el papel de las mujeres en la mediación, gestión y resolución de conflictos sociales en el Perú.
Conversamos con Adriana León, directora de Libertades Informativas de IPYS, sobre el rol del periodismo en contextos de conflictividad social y la importancia de incorporar narrativas plurales y libres de estereotipos.
El Perú registra altos niveles de conflictividad social, ¿cómo puede aportar el periodismo para contribuir a su comprensión y la transformación de esta problemática?
El Perú es un país socialmente convulsionado y las coberturas de este tipo de fenómenos suelen ser complejas. Normalmente, los medios se concentran en narrar el hecho cuando la situación ya está en su punto más crítico, sin profundizar en las causas ni en el contexto que lo originan. El periodismo debe ser un agente que contribuya a la resolución de conflictos, ofreciendo una cobertura panorámica, plural y rigurosa, favoreciendo que las partes involucradas encuentren puntos de entendimiento. El periodismo cumple un rol fundamental, pero aún falta avanzar hacia un trabajo más analítico que permita abordar la problemática en toda su complejidad.
En un contexto de polarización y desinformación, ¿Cuáles son los desafíos actuales del periodismo en la cobertura de conflictos sociales en el país?
La desinformación y polarización son desafíos enormes, vivimos en una infodemia que desborda al periodismo serio y de calidad. La misión de las y los periodistas es contribuir a que la polarización se diluya, para que la gente tome decisiones informadas.
Iniciativas como este premio o el financiamiento de reportajes en profundidad son clave para contrarrestar la desinformación con información veraz y contrastada. Si bien, el fact-checking es importante, la responsabilidad del periodismo es mayor, implica adentrarse en coberturas complejas, con múltiples aristas, que suelen generar fuertes divisiones. Según los informes de la Defensoría del Pueblo hay muchos conflictos latentes relacionados a temas ambientales y económicos, que requieren un periodismo capaz de abordarlos con rigurosidad.
Las mujeres suelen ser clave en procesos de diálogo y pacificación, pero sus historias rara vez llegan a los titulares. ¿Por qué es crucial que los medios visibilicen su papel en la construcción de paz?
Porque es un rol importantísimo el que ejercen, sin embargo, completamente invisibilizado. Actualmente, vemos el periodismo de soluciones, que busca visibilizar historias que promueven la construcción de paz y la no violencia. Este espacio ofrece una oportunidad para destacar el rol vital de las mujeres en estos procesos. Los medios suelen resaltar lo que se está haciendo mal, invisibilizando el trabajo silencioso de lideresas en la construcción de paz.
En el conflicto armado interno fueron ellas quienes, en muchos casos, impulsaron procesos de reconciliación y reconstrucción social. Lo mismo ocurre hoy frente a los conflictos socioambientales relacionados con la minería, hidrocarburos, etc. Muchas mujeres arriesgan su vida defendiendo el territorio y los recursos naturales, y no aparecen en los medios. Este concurso busca precisamente identificar y visibilizar esas historias.
¿Qué cambios urgentes se necesitan en las narrativas periodísticas para que el rol de las mujeres como mediadoras no siga siendo invisibilizado?
En el Perú todavía falta mucho para comprender qué narrativas utilizar al cubrir temas relacionados con mujeres y género. Un primer paso es visibilizar la desigualdad de género, que atraviesa todos los ámbitos: economía, política, deporte y, por supuesto, conflictividad social.
El lenguaje periodístico suele reforzar estereotipos o revictimizar. Un ejemplo fue la cobertura de las protestas del 2023, donde tanto la prensa como algunos actores políticos se refirieron a mujeres campesinas que marchaban con sus hijos como “salvajes”, por el solo hecho de vivir en el campo. Otro caso es el de Máxima Acuña, que ganó el premio Goldman por su resistencia contra el proyecto minero Conga. A pesar de su reconocimiento internacional, gran parte de la cobertura nacional fue profundamente estigmatizante por su condición de mujer y campesina.
Además, la labor de las lideresas en conflictos medioambientales está completamente invisibilizado por la prensa nacional. Es vital capacitar a los periodistas jóvenes, porque, aunque la prensa no pueda controlar lo que dicen los políticos u otras figuras, sí puede decidir cómo procesar esa información antes de transmitirla. En otros países, existen periodistas especializados en género, lo que demuestra que es una especialización valiosa y necesaria.
Desde el IPYS, han decidido poner el foco en las mujeres como agentes de paz. ¿Qué impacto esperan lograr con esta iniciativa y cómo visibilizar el rol de la mujer como agente mediador en la construcción de paz?
El objetivo del concurso es identificar trabajos que aborden esta temática, ver qué y cómo se está cubriendo esta problemática, ya que no es común que los medios cubran este tipo de historias.
También buscamos dar visibilidad a estos reportajes a través de nuestros canales, redes sociales y boletines, compartiéndolos con la comunidad de más de 3 000 periodistas asociados al IPYS en América Latina. De esta manera, esperamos fomentar el intercambio y la difusión de contenidos que muestren a las mujeres como agentes clave en la construcción de paz.