La noche del 28 de marzo, mientras se encontraba editando un reportaje, un grupo de 10 policías intervinieron la vivienda del periodista Ralph Zapata, editor regional del portal de investigación Ojo público, llevándolo ilegalmente a la comisaría.
Su detención ocurrió en Piura, región al norte del país donde el periodista vive con su madre y hermanos. En el Perú el estado de emergencia por el Covid19 incluye toque de queda de 8pm a 5am.
#DDHH Esta noche el editor regional de @Ojo_Publico, @ralphzapata, fue retirado de su casa en Piura con violencia y trasladado a la comisaría. El periodista coordinaba virtualmente con sus editores en Lima, cuando se registró el hecho. https://t.co/n09VgUErdH pic.twitter.com/JHjzHgeURH
— Ojo-Publico. com (@Ojo_Publico) March 29, 2020
El periodista coordinaba en ese momento un especial sobre el impacto de la pandemia en las regiones del país, cuando se percató de la presencia de los policías en la puerta de su casa y salió con sus dos hermanos a preguntar qué pasaba. Uno de los efectivos les increpó el hecho de que la moto de la familia esté estacionada en la calle.
Tras el intercambio de palabras el periodista fue tomado del cuello por los policías, quienes lo agredieron para llevarlo a la fuerza a la dependencia policial. Sus dos hermanos también fueron trasladados a la comisaría, a cargo del alférez Juan Argumedo Tineo.
El periodista llamó a su editora para denunciar lo ocurrido. El medio se comunicó con el Ministerio del Interior para reportar la ilegal detención. Horas después el periodista fue puesto en libertad. Hasta el momento no ha habido versión oficial de la policía por lo ocurrido.
Los hechos narrados por el periodista al IPYS constituyen una detención ilegal, pues las limitaciones de derechos decretadas por el Estado de Emergencia únicamente deben estar vinculadas al control de la epidemia, y no afectar la libertad de prensa.
Actualización
El comunicado del Ministerio del Interior, emitido con posterioridad a la alerta del IPYS, sostiene que el periodista fue detenido por haber estado en la calle frente a su casa con otras personas sin acatar el mensaje policial vía altavoces de que ingresen al domicilio. Esta versión difiere de la versión que Ralph Zapata dio al IPYS.