El 9 de setiembre de 2020, el periodista freelance Pedro Salinas denunció que dos desconocidos acudieron a los alrededores de su vivienda en Mala, una zona campestre a 100 kilómetros al sur de Lima, indagando sobre la ubicación de su casa y otros detalles de sus rutinas.
Vecinos y allegados fueron interceptados por los sujetos haciendo varias preguntas sobre Salinas. Un vecino tomó foto de uno de los desconocidos. El otro se escondió.
Salinas acudió a la comisaría para hacer la denuncia, pero cuando los agentes de la policía llegaron al lugar los sujetos habían huido.
Carlos Zárate, que trabaja en las viviendas de los residentes de Mala y que conoció del incidente, reveló ante las autoridades que recibió una llamada del oficial de la policía Iván Antonio Barrios Arteaga, para preguntar información sobre Pedro Salinas. También dijo que Barrios le mandó por WhatsApp una fotografía obtenida de RENIEC de la periodista Paola Ugaz preguntándole si la conocía.
Zárate negó conocerla. Entonces, Barrios le insistió e insinuó que si ayudaba “de manera reservada y confidencial” a dar detalles de los movimientos de Salinas y Ugaz sería recompensado.
Ambos periodistas son autores de una investigación sobre abusos cometidos dentro de la organización religiosa Sodalicio Vida Cristiana. Paola Ugaz prepara ahora un libro sobre los negocios y el poder económico de dicha orden. Por ello, Ugaz viene siendo enjuciada desde el 2018 y actualmente es víctima de una campaña de difamación que afecta su vida personal e incluso su estabilidad laboral.
IPYS rechaza todo acto de intimidación contra periodistas con el propósito de silenciarlos y pide a las autoridades investigar estos hechos denunciados por Salinas.