El 14 de julio de 2021, las periodistas Anghela Torres y Karina Reynafarge, y los camarógrafos Ronald Monzefú y Javier Marín fueron intimidados, insultados y agredidos por grupos de extrema derecha que protestaban en el Centro de Lima, reclamando por los resultados de las elecciones que dan como ganador al candidato Pedro Castillo.
Torres y Monzefú cubrían el momento en que un grupo de manifestantes intentaban ingresar violentamente a la Plaza Mayor para llegar hasta el Palacio de Gobierno. En el enfrentamiento con la policía y en medio de las bombas lacrimógenas, una mujer reconoció que los periodistas eran de ATV y los empezaron a insultar y perseguir. La turba alcanzó a Anghela Torres, a quien le arrebataron el micrófono mientras que una mujer le cubrió la cabeza con una bandera para asfixiarla. A Ronald Monzefú le intentaron arrebatar su mochila con los equipos de trabajo. Los periodistas lograron huir gracias a la ayuda de un ciudadano. Según narró Torres, la policía vio todo pero no hizo nada.
En otro punto del Centro de Lima, la reportera Karina Reynafarge cubría las incidencias de lo que sucedía con la manifestación en ese lugar cuando los manifestantes, que en un principio estaban tranquilos, empezaron a gritar insultos contra ella y el Canal. Luego, haciendo un en vivo para el programa “Al estilo Juliana”, los insultos se incrementaron contra el canal y programa en particular hasta que la turba se violentó, arremetiendo contra la reportera. Los manifestantes la rodearon con las astas de las banderas que portaban para la protesta. La periodista corrió a resguardarse entra las patas de un caballo de la policía montada que se encontraba vigilando el lugar. Al camarógrafo lo golpearon con palos y le intentaron quitar sus equipos.
Los manifestantes agredieron también a la ministra de Vivienda y al ministro de Salud que llegaron a Palacio de Gobierno para participar de una conferencia de prensa oficial.
IPYS rechaza los actos de violencia e intimidación de los manifestantes contra estos equipos periodísticos considerando que se trata de graves atentados contra la seguridad de periodistas que están haciendo su trabajo cubriendo asuntos de alto interés público.