Durante una visita a la Catedral de Brasilia el domingo 23 de agosto de 2020, el presidente de Brasil le dijo a un periodista que le gustaría agredirlo físicamente. Abraji, Artículo 19, Conectas Derechos Humanos, Observatorio de Libertad de Prensa de la OAB y Reporteros sin Fronteras se solidarizan con el reportero y condenan otro episodio violento protagonizado por Jair Bolsonaro, cuya reacción, al escuchar una incisiva pregunta, no solo fue incompatible con su puesto en el máximo cargo de la República, sino hasta con las reglas de convivencia en una sociedad democrática. Un presidente amenazando o agrediendo físicamente a un periodista es típico de dictaduras, no de democracias.
La amenaza se produjo cuando un periodista interrogó al presidente sobre los depósitos que realizó Fabrício Queiroz en la cuenta bancaria de la primera dama, Michelle Bolsonaro. El mandatario respondió a la pregunta con la frase: "Mi deseo es llenarte la boca de una paliza, ¿de acuerdo?". Los compañeros del periodista preguntaron si la respuesta era una amenaza para el profesional, o incluso para la prensa en su conjunto, pero el presidente abandonó el lugar sin responder.
Esta amenaza de agresión física se suma a la historia de fuerte hostilidad de Bolsonaro hacia los periodistas y marca un nuevo nivel de brutalidad. Desde el inicio de su mandato, en enero de 2018, Jair Bolsonaro viene demostrando una falta de preparación emocional para rendir cuentas a la sociedad a través de la prensa, responsabilidad de todo representante en democracias saludables. Los periodistas han sido víctimas de constantes agresiones verbales en el cumplimiento de su obligación profesional de interrogar al presidente sobre las acciones del gobierno federal y evidencias de corrupción a lo largo de su carrera política.
El tema de la seguridad laboral de los periodistas que cubren la Presidencia de la República bajo el mandato de Bolsonaro es una preocupación recurrente. En junio de 2020, organizaciones de la sociedad civil interpusieron una demanda en la corte del Distrito Federal pidiendo al gobierno que garantizara la seguridad de los periodistas que cubrían la agenda presidencial, especialmente aquellos que se paran frente al Palácio do Alvorada y que han sido atacados frecuentemente por partidarios del presidente. Los ataques llevaron a varios vehículos a interrumpir la cobertura diaria frente al palacio.
El discurso hostil e intimidatorio de Bolsonaro contra la prensa viene incentivando a su militancia a asediar a periodistas en las redes sociales durante los últimos meses, incluso con amenazas de muerte y agresiones a los profesionales y sus familiares. En al menos dos casos, uno en Minas Gerais y otro en Brasilia, este último en el Día Mundial de la Libertad de Prensa (20 de mayo de 2020), simpatizantes del presidente agredieron a periodistas que cumplían con sus funciones. La frase "mi voluntad es llenarte la boca de un puñetazo" puede entenderse como una legitimación de la comisión de delitos como estos.
Este comportamiento inaceptable por parte de un presidente de la República debe ser condenado por todas las instituciones y ciudadanos comprometidos con la estabilidad y el progreso de Brasil.
Fuente: Abraji