La periodista Paola Ugaz cerró el año 2019 con cinco querellas judiciales interpuestas por personajes vinculados a la organización religiosa Sodalicio Vida Cristiana a la que Ugaz viene investigando desde hace varios años.
Las denuncias han logrado que diversos magistrados abran procesos por querella sin mayor fundamento. Al ser admitidas, tiene sustento la denuncia de la periodista que se configura un acoso judicial contra ella.
La última querella la firma Carlos Gómez de la Torre Pretell, exgerente de una empresa del Sodalicio quien pidió para Ugaz tres años de prisión y el pago de una reparación civil de 2 millones de soles por el delito de difamación agravada.
La demanda se centra en el documental “Perú: el escándalo del Sodalicio”, elaborado por la cadena Al Jazeera y donde hacen una breve entrevista a Ugaz dando algunos datos sobre el tema del Sodalicio.
De La Torre exige a Ugaz que pida a Al Jazeera que retire el documental de YouTube. También que a través de las redes sociales se rectifique y pida disculpas por la publicación del documental.
Al Jazeera ha enviado una carta al juzgado indicando que Ugaz no es productora de la cadena de noticias ni tampoco mantiene una relación laboral alguna con la empresa, con lo cual no está facultada para conseguir que un reportaje salga del aire.
Carlos Rivera, abogado de la periodista denunció que el cúmulo de querellas que le han abierto a Ugaz “constituyen una acción sistemática emprendida por gente vinculada al Sodalicio de Vida Cristiana con el fin de evitar que culmine y publique la investigación periodística que viene realizando sobre los manejos económicos de esta organización religiosa”.
Las dos últimas denuncias por difamación agravada hechas por Carlos Gómez de la Torre Pretell y el candidato a congresista Luciano Revoredo Rojas constituyen la cuarta y quinta que tiene la periodista.
Ante las nuevas querellas los juzgados han citado a los involucrados para una audiencia de exposición de partes los próximos 17 de enero y 22 de marzo.
Rivera aclaró que estas citaciones no significan que el juzgado esté aceptando las querellas, “está llamando a una audiencia en la que escucharemos los argumentos y las imputaciones de los querellantes. De las dos exposiciones el juez tomará una decisión”.
Además de las demandas judiciales, Ugaz ha denunciado la violación de sus correos electrónicos, de sus comunicaciones telefónicas y un acoso insultante en las redes sociales.
IPYS manifiesta su preocupación por el caso de Paola Ugaz al considerar que el acoso judicial contra los periodistas es un atentado contra la libertad de expresión.