México, uno de los países en el que se registran el mayor número de asesinatos y ataques contra periodistas, se encuentra próximo a un cambio de gobierno, que no necesariamente significa cambio en el contexto de la impunidad que existe respecto a estos crímenes.
El 15 de mayo de 2017, Javier Arturo Valdez Cárdenas, reconocido periodista de investigación y considerado uno de los mejores cronistas del narcotráfico en México, y nombre que lleva hoy en día en su honor el Premio Latinoamericano de Periodismo de Investigación, fue asesinado, obligado a arrodillarse y acribillado por sicarios que le cerraron el paso mientras conducía su vehículo.
Su muerte conmocionó al mundo entero, un periodista tan prestigioso como él, muchos consideraban intocable, pero no fue así. "Cuando mataron a Javier, comprendimos desde ese momento que podían matar a cualquiera", señaló, para The New York Times, Ismael Bojórquez, cofundador y director de noticias Rio Doce, la organización donde trabajó Valdez.
Hoy el gobierno de México se encuentra en el ojo de la tormenta, sospechas de espionaje recaen sobre él, ya que un día después de la muerte de Valdez, colegas y cercanos al periodista recibieron mensajes de texto que daban la noticia de que los asesinos habían sido detenidos; no obstante, estos mensajes no fueron más que un fallido intento de infiltrarse en sus teléfonos con el fin de espiar y obtener información.
¿Pero por qué las sospechas recaen sobre el gobierno? Simple, el gobierno compró un software espía, con el de usarlo solo para atacar a terrorista y delincuentes, al grupo NSO, un ciberdelincuente israelí, esto según un análisis forense realizado por Citizen Lab de la Universidad de Toronto.
Este software permite infectar teléfonos mediante links incrustados en mensajes, y son capaces de monitorear correos, activar la cámara y el micrófono de forma remota, y hasta abrirse paso entre mensajes cifrados.
Además, esta no sería la primera vez que el gobierno se ve involucrado en casos de espionaje, ya que según Citizen Lab ha encontrado alrededor de 24 objetivos cuestionables en los que se encuentran abogados de derechos humanos, activistas anticorrupción y destacados periodistas del país.
Esta noticia estalló el año pasado y el gobierno mexicano abrió una investigación federal sobre el uso indebido de esta tecnología, pero que no ha logrado encontrar nada, y mucho menos sancionar por el uso abusivo de este software.
Según el artículo del diario neoyorkino, la muerte de Javier Valdez y el ataque, intento de espionaje, sufrido por sus colegas, ha expuesto dos riesgos: la constante amenaza física a los periodistas y, a su vez, la amenaza contra la libertad de expresión en México, donde desde la muerte de Valdez, han sido asesinados 15 periodistas, esto según cifras del grupo de protección a periodistas, Article 19.
El gobierno no se ha pronunciado sobre las sospechas que recaen sobre él y este intento de espionajes, han señalado que no pueden pronunciarse respecto a una investigación que continua.
¿Cambiará el panorama en México? ¿Cambiarán la situación constante de peligro en la que viven los periodistas y, por lo tanto, la libertad de expresión? Son preguntas que solo se podrán responder con el tiempo y las acciones que tomen los nuevos líderes de este país.